Esta oscense mostró desde muy joven su capacidad competitiva en el tiro, lo que le llevó a conquistar numerosos premios y a dominar el panorama nacional durante un largo tiempo. Sus inicios tuvieron lugar en el Club de Tiro Loreto de la capital altoaragonesa. 1993 fue su mejor año como tiradora, año en el que consiguió el Campeonato del Mundo, el de Europa y el de España en la modalidad de foso olímpico, además de batir varios récords mundiales, también en la disciplina de doble trap, especialidad en la que se requiere de una concentración máxima, dado que salen dos platos al mismo tiempo a 15 m. de los tiradores, pero de canto, lo que requiere más puntería y reflejos por parte de los tiradores.
Fue una pionera dentro del deporte femenino español, formando parte de la avanzadilla que lograba éxitos internacionales, teniendo un mérito especial si cabe, al dedicarse a un deporte bastante minoritario. Atesora dos campeonatos del mundo y uno de Europa, además llegó a competir —y ganar— con hombres. Participó en tres Juegos Olímpicos: Seúl 88 (en los que un escandaloso malentendido, al no estar definido como deporte olímpico le privó de ganar una medalla que se ganó en la competición), Barcelona 92 y Atlanta 96, en los que una interrupción técnica frustró sus opciones. Delineante de profesión, desarrolla una gran labor dentro de la Fundación DFA.