Toño Vicente es uno de los más de 7.000 abonados de la SD Huesca. Su asiento de Gol Norte le espera hasta que pueda volver a las gradas de El Alcoraz y, como muchos otros aficionados, lleva su pasión por el club azulgrana más allá.

Aprovechando su profesión como diseñador gráfico y su pasión por dibujar, lleva tres años haciendo stickers del Huesca. Los diferentes jugadores, entrenadores o el estadio le sirven de modelo para diseñar unas logradas caricaturas.

“Me di cuenta hace unos años que no había stickers del Huesca y, como me gusta mucho dibujar, empecé a hacerlos”, explica Toño.

Y, ¿cómo lo hace? “Primero cojo varias fotos de un jugador de diferentes perfiles para ver bien sus rasgos y, a partir de ahí, empiezo a dibujar a mano. Cuando lo tengo, lo paso al ordenador y lo vectorizo. Con un jugador puedo estar entre dos y tres días”, dice. Confiesa que, en función de sus rasgos, unos jugadores le cuestan más que otros.

Un trabajo al que dedica su tiempo libre y que tiene como resultado una variada propuesta de stickers personalizados, llenos de gestos y expresiones.