Semana corta para la SD Huesca. Los azulgranas han preparado uno de los duelos más difíciles de la temporada con la confianza reforzada tras convencer en su último duelo frente al CD Mirandés. El equipo de Antonio Hidalgo, pese a verse una jornada más fuera de la zona peligrosa, mantiene firme el mensaje de pelear por los tres puntos cada fin de semana como si fuera una final. En esta ocasión, lo harán en uno de los escenarios más potentes y ante uno de los oponentes más grandes de la categoría, el RCD Espanyol. Los altoaragoneses visitarán un estadio en el que solo un equipo ha conseguido rescatar los tres puntos durante toda la presente campaña, además de ser el conjunto con más facilidad para ver puerta de la categoría de plata. Unos registros que chocan con los mejores de los azulgranas, pues son los segundos mejores visitantes de LaLiga Hypermotion y también están entre los clubes que menos encajan. Por lo tanto, será un choque de virtudes en el que se espera que sea de máxima igualdad, tal y como se vivió en El Alcoraz.  

“Tenemos que competir al máximo ante uno de los rivales más poderosos de la categoría, mañana hay que saber sufrir mucho, será un partido de exigencia máxima. Es un equipo con mucha calidad en el último tercio. Cada rival es diferente, propone cosas diferentes y tu adaptación es fundamental. Es un equipo hecho para ascender, con una gran entrada en su estadio, y que viene con moral tras ganar, tenemos que saber manejar tiempos, saber sufrir y entender que nos van a hacer daño”, trasladó Antonio Hidalgo en la rueda de prensa previa al exigente duelo en Barcelona.

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