La siguiente parada es Miranda de Ebro. La SD Huesca ha contado en esta ocasión con una semana larga para meditar sobre el último enfrentamiento y preparar el próximo encuentro en Anduva, otro duelo importante para que los azulgranas retomen la senda de la victoria tras dos últimas jornadas en las que no se ha podido pasar del empate. Los nuestros tratarán de cerrar el mes de febrero como se empezó, consiguiendo una victoria. Un resultado que significaría abrir distancia con el descenso y meter a un nuevo equipo en la pelea. La plantilla dirigida por Alessio Lisci no pasa por un buen momento, los jabatos han perdido tres partidos de los últimos cuatro, y pese a estar hasta ahora en una zona cómoda de la tabla, actualmente sólo les separan cuatro puntos con la zona de peligro. Los locales afrontarán el reto con la intención de reconducir su dinámica y los nuestros con la misión de hacer buenos los últimos empates. Por lo tanto, un duelo importantísimo que tendrá un impacto directo en la clasificación, más cuando el resto de los choques de la jornada 28 ya se habrán disputado. 

“Ya dije que esto iba a ser una montaña rusa de emociones, y quien mejor sepa controlar eso, tiene mucho ganado. Nuestra situación sigue siendo de urgencia, mejorada de meses atrás, pero la misma. Tenemos que seguir con fortaleza mental, ser fuertes cuando hace falta. Los míos están preparados para todo, lo hemos demostrado y lo vamos a seguir demostrando”, avisó Antonio Hidalgo sobre la dificultad de cada jornada en la categoría antes de el duelo contra el Mirandés.

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