¡Continuamos con la serie de Carteles Mundiales! Para el próximo partido de la SD Huesca, el sábado 3 de marzo en El Alcoraz contra el Levante UD, el cartel hace un claro homenaje al que sirvió de cartel anunciador para el primer Mundial que se celebró en un país sin tradición futbolística: Estados Unidos 1994. Fue un evento que contó con más seguimiento fuera de sus fronteras (una semana antes del inicio, 2 de cada 3 estadounidenses no sabía que el Mundial se jugaba en su país), aunque sí que sirvió para el asentamiento de soccer en aquel país, siendo actualmente el cuarto deporte favorito de los estadounidenses, por detrás del fútbol americano, el baloncesto y el béisbol.

 

Gráficamente, el cartel sustituye la silueta de los Estados Unidos por la de nuestra provincia y los balones que dibujan en el aire el año 94 en el cartel original, pasan a formar las iniciales de la SD Huesca, en este caso con el característico balón que compone nuestro escudo.

 

Fue en esta Copa del Mundo llena de curiosidades donde se empezaron a utilizar los nombres de los jugadores encima del dorsal, también donde volvió a competir Alemania unificada (no lo hacía desde la II Guerra Mundial) y en la que Checoslovaquia empezó la clasificación bajo el nombre de Checoslovaquia, pero cambió de denominación en el transcurso de la clasificación para pasar a llamarse ‘Checos y Eslavos’. Además, fue en este torneo donde los árbitros dejaron de usar el negro como uniforme para dar paso a colores más llamativos.

 

A pesar del calor asfixiante y de disputarse los partidos en estadios adaptados (de fútbol americano y béisbol), a día de hoy sigue siendo el Mundial con la mayor asistencia de la historia, con 3,5 millones de espectadores, con una media de casi 70.000 asistentes por partido. 

 

En lo deportivo fue uno de los mundiales más vistosos, con muchos goles y grandes sorpresas, como la Bulgaria de Hristo Stoichkov (máximo goleador del torneo junto a Salenko, aunque a este último no le sirvió para pasar de la primera fase), que eliminó a Alemania, vigente campeona y el tercer puesto de Suecia. Brasil encandiló con su fútbol con Romario como gran estrella y ganó merecidamente un mundial que solo quedó empañado por una final algo insulsa que se decidió en la tanda de penaltis, con el fallo del mítico Roberto Baggio.

 

Internacionalmente será siempre recordado por ser el último mundial que disputó Diego Armando Maradona, que fue expulsado tras dar positivo en un control antidopaje. Mientras, a nivel nacional, nunca se olvidará la eliminación de la selección española ante Italia en unos cuartos de final en los que pasamos de casi celebrar un gol de Julio Salinas —que falló ante Pagliuca— a una de las jugadas más escandalosas de los mundiales, en la que el árbitro no señaló nada ante el codazo de Tassoti a Luis Enrique, que dejó una imagen que permanece en la retina de los aficionados, con un Luis Enrique protestando lleno de rabia y la cara ensangrentada.