Comenzamos la colección de carteles mundiales, un homenaje a los míticos carteles clásicos del Mundial de fútbol desde sus orígenes hasta hoy.

En este caso, ha servido de referencia el cartel diseñado por el pintor Guillermo Laborde (Montevideo 1886-1940) para la primera Copa del Mundo, celebrada en Uruguay en 1930 y marcada por la crisis iniciada el año anterior.

Este cartel es fiel reflejo de la época en la que se enmarca, con una estética art decó y color influenciado por el fauvismo. Representa a un portero bajando un balón del hogar de las telarañas. Pero si por algo será recordado es por el error en las fechas, ya que ni el Mundial comenzó el 15 de julio (lo hizo el 13) ni acabó el 15 de agosto (la final se jugó el 30 de julio). Este asunto no atañe para nada al artista, que se limitó a pintar lo que había pedido el jurado del concurso.

En nuestro homenaje se ha querido respetar la esencia del cartel original en composición y paleta de color, incluyendo la estirada de nuestro portero como protagonista, Eso sí, con la fecha del partido correcta.