Brazalete Levante UD VS SD Huesca

Continúa la serie de brazaletes de capitán personalizados para cada partido de esta temporada. En este caso, relacionados con nuestra propia IA: Iniciativas Aragonesas, que han aportado a la sociedad llevando sus disciplinas a otro nivel.

Para el partido frente al Levante UD, nuestro capitán portará un brazalete homenaje a uno de los talentos oscenses más internacionales: el Payaso Marcelino.

Infografía explicativa del brazalete frente al Levante UD

Marcelino, «el mejor payaso del mundo»

Nacido en Jaca, en una familia sin relación con el mundo del espectáculo, ya de niño se integró en la troupe de los Martini, familia circense con la que empezó a los ocho años ordenando sillas para los artistas durante las actuaciones. Muy pronto llegó a trabajar sobre el trapecio y posteriormente se centró en la acrobacia. En España, los Martini pasaban la mayor parte del tiempo contratados en los circos Price de Madrid y Alegría de Barcelona, con cuya compañía solían salir de gira por todo el país. Tras una época de incertidumbre por varios países de Europa, acabó en Bruselas, donde se convirtió en payaso. Dentro de los roles clásicos en la tradición del payaso, eligió ser un augusto, el clown alocado que se contrapone a la racionalidad del carablanca. Su personaje de Marceline era un mimo augusto acróbata, que no usaba palabras y solo silbaba.

Fue con el Circo Real Holandés de Óscar Carré con el que recorrió Reino Unido para finalmente establecerse en Londres. Su carrera despegó definitivamente a finales de 1900, cuando le dieron el papel humorístico en la pantomima Cinderella (La cenicienta). Estrenada el 26 de diciembre de 1900, en la obra trabajó en un papel menor Charles Chaplin, entonces solo un niño de once años. El creador de Charlot escribiría años después en Historia de mi vida: “El número de Marceline era divertido, encantador. Londres estaba loco con él”.

Hizo famoso a su personaje, Marceline, un augusto ingenuo al que todo le salía mal. Sus números eran una mezcla de humor y acrobacias que ejecutaba sin aparente dificultad a pesar de su corta estatura (1,57 metros). En 1905 fue contratado por el Hippodrome de Nueva York, teatro recién construido que, con sus 5.200 localidades, se convirtió en el de mayor capacidad del mundo. El éxito de Marceline, apoyado por una campaña propagandística que le calificó como The World’s Greatest Clown (El mejor payaso del mundo) fue enorme.

Tras refugiarse en su restaurante, uno de los negocios ruinosos que emprendió, las deudas le obligaron a volver a actuar. Tuvo una nueva oportunidad en el Hippodrome, con nuevos gestores, pero en ellas disfrutó de un protagonismo cada vez menor. Su última actuación en el coliseo donde ganó fama y fortuna fue el 9 de mayo de 1923. A partir de entonces Marcelino Orbés solo encontró trabajo en el vodevil.

Sin trabajo ni dinero, olvidado por el público, en la madrugada del 5 de noviembre de 1927 se suicidó de un disparo en su habitación del hotel Mansfield de Nueva York. Una asociación de vodevil tuvo que hacerse cargo de su funeral y entierro en el cementerio de Kensico. En la ceremonia destacaba un enorme arreglo floral enviado por Charles Chaplin. Tradicionalmente se asegura que éste se inspiró en Marcelino Orbés para incorporar el gag del bastón a su personaje de Charlot, algo que no reconocieron en vida ninguno de los dos artistas. Su influencia fue enorme: más de treinta años después de su muerte, Buster Keaton aseguraba en una entrevista que “Marceline es el mejor payaso que he visto nunca”.

Fuente: Real Academia de la Historia