Año nuevo, mismos objetivos. La SD Huesca afrontará el primer partido de 2023 ante su gente, y quiere hacerlo manteniendo el poderío local que ha lucido durante toda la primera vuelta. Delante estará un Albacete Balompié que, lejos de sufrir la diferencia de nivel entre LaLiga SmartBank y Primera RFEF, está protagonizando un gran juego que le ha aupado a una zona considerablemente importante en la tabla. Los manchegos ya mostraron tener las garras afiladas en el partido de ida, donde el conjunto de Ziganda cayó en el descuento. Sin embargo, el plantel altoaragonés regresa del parón navideño con voluntad y ganas de competir en una parte final de la campaña en la que los puntos se venderán muy caros. 

Con ilusión y con todos los jugadores disponibles, así saltará al césped de El Alcoraz el equipo azulgrana en busca del décimo choque sin perder como local. “Yo creo que los aficionados tenían ganas de ver a un equipo con el que se identifican, y hay aspectos con los que se sienten identificados, somos un equipo que pelea, lo da todo y no se rinde, aunque haya cosas para mejorar. Tenemos que ser capaces de corresponderles porque vienen siempre, ayudan, y animan. No es casualidad que tengamos mejores resultados en casa que fuera, el jugador lo nota, lo siente cercano y es un plus importante”, contó Cuco Ziganda durante los días previos a la primera batalla del año, mencionando a una afición, que cuenta como un jugador más en el verde y que será imprescindible para no dar el primer paso en falso. 

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