¡El primero de los guiños está de aniversario! El Sireno de Vigo, obra del escultor cambadés Francisco Leiro, cumple 25 años desde su instalación. Puedes encontrarlo en la parte derecha, esculpido en la roca. Después de innumerables críticas, los ciudadanos de Vigo han adoptado al Sireno como un símbolo de la ciudad del que se sienten orgullosos. Y es que, representa una parte vital de la historia de Vigo. El mismo Francisco Leiro explicó los motivos por los que esculpió esta figura:

“La historia de Vigo está ligada al mar. La ciudad empieza a despegar con la instalación de las fábricas de la salazón de los catalanes en O Areal y los transatlánticos en los que se marchaban los emigrantes. Hasta la Citroën se instaló en Vigo porque había una línea marítima con América. Y todo esto sin olvidarnos de Martín Códax y de sus cantigas”.

En la parte inferior izquierda, podrás encontrar el famoso dinoseto de Vigo. Otra obra que provocó un gran revuelo cuando se instaló en 2015 y que, con el tiempo, ha adquirido gran popularidad.  

La llegada de ese seto tan peculiar al centro de Vigo fue completamente casual. Inicialmente, iba a situarse en un parque infantil pero, el error de la empresa encargada de la instalación, hizo que se instalara en la Calle Rosalía de Castro. De inmediato, las redes sociales se llenaron de fotos y selfies con el dinoseto, lo que provocó que el ayuntamiento decidiera instalar permanentemente el seto en la céntrica Puerta del Sol de Vigo. 

Cómo consecuencia, la ciudad de Vigo continúa con la «tradición» de dinosetos y ya son varios los que podemos encontrar paseando por las calles de Vigo.