La tercera copa del mundo de fútbol se disputó en 1938, en un clima prebélico en Europa. Esta y otras circunstancias hicieron que varios países no participaran, como el caso de España que se encontraba en plena Guerra Civil.

Fue el primer mundial en el que se utilizaron cabezas de serie en el sorteo, el último en el que se jugó por eliminación directa y el único en el ha participado Cuba, que llegó a clasificarse para cuartos de final tras eliminar a Rumanía en el partido de desempate. Este sería el segundo mundial de los cuatro que ha ganado Italia en su historia.

 

Para homenajear esta edición, el diseño se ha basado en la misma composición pero con la figura del futbolista en una actitud mucho más dinámica, símbolo del cambio que ha experimentado el fútbol, del que se practicaba entonces al que podemos disfrutar hoy en día.