Para el partido del próximo sábado 4 de febrero en El Alcoraz contra el CD Mirandés se ha versionado el cartel que realizó Annie Leibovitz para el Mundial de México 86, que muestra la sombra de un jugador sobre uno de los Atlantes de Tula, con un balón de fútbol a sus pies.

La fotógrafa estadounidense fue seleccionada para crear no solo la fotografía del cartel, sino toda una serie que la artista realizó con un modelo, un balón de fútbol y algunos de los paisajes más impresionantes de México como fondo, que muestran la riqueza cultural y natural del país organizador. En nuestro homenaje al cartel original, se muestran también unas formas imponentes, como son los Mallos de Riglos, en este caso Cored y Aguja Roja; y sobre este último aparece la sombra de nuestro dragón.

 

Las circunstancias que llevaron a México a ser el primer país que repetía la organización de una Copa del Mundo de fútbol no transcurrieron por los cauces normales, ya que estaba previsto que se celebrara en Colombia (había sido elegida como sede en 1974), pero tuvo que renunciar ante la FIFA en 1983 por no cumplir con los requerimientos de este organismo para celebrar el evento, que el gobierno colombiano consideró excesivos e imposibles de cumplir. Una vez conocida la renuncia de Colombia, la FIFA cursó 4 invitaciones para la organización del mundial: Estados Unidos, Canadá, Brasil y México, que no parecía contar con muchas opciones por haber albergado ya una copa del mundo 16 años antes. Estados Unidos declinó la invitación; Brasil y Canadá lo querían, pero la FIFA se decantó por la opción de México porque contaba con la mejor infraestructura, ya que había organizado el Mundial de 1970 y los Juegos Olímpicos en 1968.

 

Además, el 29 de septiembre de 1985 se produjo el peor terremoto de la historia de México, con decenas de miles de muertos, a 8 meses de la celebración del Mundial. Es por ello que estuvo a punto de suspenderse la celebración del evento, pero ningún estadio sufrió daños estructurales importantes. El comité organizador dispuso de 2.000 millones de dólares para la reconstrucción urgente del país (básicamente de las ciudades que eran sede). 

 

En lo futbolístico, la selección española cuajó una buena actuación, pasando una fase de grupos en la que estaba encuadrada en el mismo grupo que Brasil y ganando 5-1 contra Dinamarca en octavos de final, con cuatro goles marcados por Emilio Butragueño. Pero fue eliminada en cuartos de final por Bélgica en los penaltis, tras empatar a uno. 

 

Sin duda, la auténtica estrella fue Diego Armando Maradona, marcando dos goles antológicos en cuartos de final contra Inglaterra: el gran gol narrado por Héctor del Mar en el que el Diego deja atrás a todos los ingleses que encuentra a su paso y el polémico de ‘la mano de dios’. ‘El Pelusa’ siguió con su gran rendimiento en las semifinales contra Bélgica para llevar a la albiceleste a luchar por su segunda corona mundial, en una final en la que se enfrentó a una Alemania Occidental (repetía final tras el Mundial de España 82) que había frustrado las opciones de una gran Francia, con Platini, Girese, Tigana y Fernández como estrellas. Fue una final épica, en la que Argentina se impuso por 3-2, con goles de Brown, Valdano y Burruchaga.

 

La selección entrenada por Bilardo había llegado un mes antes para aclimatarse a la altura y el sofocante calor de México con un lema: «Los primeros en llegar y los últimos en irse». Y cumplieron su palabra.